Bienvenido/a al blog. Esta página expresa mi manera de ver la vida, y en particular como afrontarla y vivirla para sacar el máximo provecho de ella. Seguramente alguna vez en tu vida te habrás dicho… me encantaría bucear en la Gran Barrera de Coral en Australia, ir de safari en África, visitar la Antártida, ir al carnaval de Brasil o relajarme en una playa desierta en las Islas Seychelles. Estos son sólo un ejemplo de los sueños que cada uno puede tener en la cabeza, y no todos tienen que estar relacionados con viajar. Lo mismo tu sueño siempre fue hablar varios idiomas, aprender a tocar la guitarra o finalizar un ironman. Estos sueños varían mucho de una persona a otra. Pero todos tienen un denominador común: Son sueños que pueden hacerse realidad. La única limitación o impedimento para conseguirlos es nuestra habilidad para decir NO. Por lo que te aconsejo que abras la mente y que veas la vida con perspectiva. Pregúntate que hiciste en el último año que recordaras dentro de 30. Si te cuesta contestar a esta pregunta, te aconsejo el siguiente ejercicio. Escribe una lista con tus sueños, con cosas que quieres hacer en tu vida. De todo tipo, proyectos a corto y largo plazo. Luego, piensa como los vas a hacer realidad. Te darás cuenta de que la vida no es tan larga, y de que no tienes tanto tiempo como creías. Algunos proyectos llevarán consigo meses o incluso años de planificación y esfuerzo, pero no dejes que eso te prive de vivir lo que siempre quisiste. No hay tiempo que perder, despiértate de esos sueños y haz que se conviertan en realidad.

29 de agosto de 2010

Experiencias de viaje: Taman Negara (Malasia)


En verano de 2008, fui al congreso olímpico celebrado en China por motivo de los Juegos. Una vez que la universidad me había pagado el billete de avión, y que era la primera vez que me encontraba en el continente asiático, eran muchos los atractivos para no quedarme allí por más tiempo. Por lo cual, una vez terminado el congreso, me colgué la mochila a la espalda y empecé mi descubrimiento particular por el sudeste asiático. El viaje lo realicé solo, duró algo más de un mes y, a la postre, ha resultado ser uno de los mejores que he realizado hasta la fecha. El recorrido empezó en Beijing y terminó en Singapur, recorriendo la costa este de China, Hong Kong, Vietnam, Camboya y la península de Malaysia. La ruta es bastante popular entre mochileros, debido a la cantidad de atractivos turísticos que se encuentran en la zona y a lo económico que resulta viajar por esos lares.
Hablando de récords… 1USD por dormir en Camboya y 0.20EUR por una cerveza de 0.5L en Vietnam (!) Tremendo…
Mi cabaña por 1 dolar la noche!
A 20céntimos la cerveza de 0.5L...
La última parte del viaje me situaba en la capital de Malaysia: Kuala Lumpur. Durante los 4 días que estuve en la ciudad, conocí a muchos otros viajeros, entre ellos a una chica japonesa: Rina. Una enamorada de la cultura española y muy “easygoing” como dicen los angloparlantes. Teníamos pensado ir a sitios parecidos en los días posteriores, por lo que me propuso que viajáramos juntos por un tiempo. Normalmente, prefiero viajar por mi cuenta. Soy una persona que necesito mi espacio y por lo general no me gusta que me planifiquen lo que tengo que hacer. Básicamente, me gusta hacer lo que me salga de los huevos, vaya. Pero después de varias semanas viajando solo, me apetecía tener a una compañera de viaje por unos días, y Rina parecía ser la persona ideal para ello.
Nuestro destino ahora se situaba al norte del país, cerca de la frontera con Tailandia: la jungla de Tamán Negara. El principal atractivo que atrae a los visitantes a este lugar es el poder contemplar los monos malayos. Para llegar, tuvimos que coger 3 autobuses diferentes. Cada vez, más chungos. El tercero no tenía ni asientos! Toda una experiencia. Después de unas 7-8 horas en total, llegamos. Un pequeño enclave con 2 o 3 casas de alojamiento, 1 tienda con lo básico y un sitio que daba comidas malayas y vendía frutas. El sitio se encontraba en la rivera de un río, al otro lado, empezaba la jungla… Estábamos en unas condiciones mínimas, una colchoneta en el suelo para dormir, 1 baño… digamos que “peculiar”, teníamos que usar las pastillas potabilizadoras para purificar el agua y un puto gato que no paraba de entrar en la habitación a dar por culo. Para dormir, teníamos que usar una mosquitera debido a ser una zona con riesgo de Malaria muy alto.
Con este panorama, las sorpresas no se hicieron esperar. Al ir a quitarme las lentillas para dormir, me doy cuenta que el bote del líquido de éstas está mal cerrado y se ha vaciado entero en la maleta. Situación: en medio de la jungla, sin líquido de las lentillas y donde el agua hay que tratarla con yodo para beberla, por lo que no es una alternativa. Para los que no son miopes, aclaro un poco el concepto. Sin lentillas, no veo un pijo. Como medida de seguridad, siempre que viajo, llevo conmigo unas lentillas de repuesto por lo que pueda pasar. Por lo que al irme a dormir, tiro las que llevo puestas al no poderlas conservar, ya que no tengo líquido alguno. A la mañana siguiente, el sentido común llega a mi cabeza. Si no tengo líquido de las lentillas, no puedo usar las de repuesto, ya que por la noche las tendré que tirar de nuevo y ya no tendré más para el resto del viaje. Por lo que decido usar las gafas durante el tiempo que voy a estar en la jungla y cuando vuelva a un sitio “civilizado” ya compraré otro bote.

Taman Negara
Primer día en la jungla. Seguimos las recomendaciones de otros viajeros y alquilamos unas botas que llegan un poco más arriba de los tobillos para caminar por la selva. De esta manera, estaremos protegidos de las sanguijuelas y serpientes, las cuales son muy abundantes en la zona. El trekking del día es de tan sólo 7km, pero la humedad es altísima, en 10 minutos estamos empapados de sudor, lo que hace que nos tomemos el camino con tranquilidad. Las sanguijuelas empiezan a ser insoportables, están en todas partes!! Qué gran idea las botas… Siendo temprano por la mañana las serpientes también abundan, llegando a contemplar más de 10 en la primera media hora. Seguimos andando. El motivo del día son los monos, los cuales los llevamos escuchando desde que cruzamos el río. El problema es que viven en los árboles, y éstos miden unos 60-70 metros. Para verlos, hay que subirse a unos puentes colgantes de madera que han construido entre ellos. Llegamos. Empezamos a subir, no veas si se mueven los dichosos puentes a 50metros del suelo... Seguimos subiendo... Cuando estamos en uno de los más altos, vemos a un grupo de monos saltando de liana en liana… me paro, saco mi cámara de fotos y cuando estoy enfocando para sacar una foto, se escucha crujir una rama encima de nosotros y me cae en el hombro. Rina no para de gritar algo en japonés… joder, es sólo una rama pequeña, casi no me ha dolido… me voy a sacudir los hombros y tengo 2 serpientes!!! Ostias!! Me sacudo con tanta fuerza para quitármelas de encima, que en uno de los movimientos mis gafas salen despedidas por fuera del puente… 50 metros para abajo… como para encontrarlas. Intuyo que se me acerca alguien, no veo un carajo… Es Rina. Empiezo a darme cuenta del panorama… En medio de la jungla, sin mis gafas y sin líquido de las lentillas,… pues sí que va a estar entretenido esto ahora. Nos quedan 3km de vuelta al campamento. El maravilloso paisaje se convirtió en una mancha verde en el camino de vuelta. Rina se quejaba de las sanguijuelas, me advertía de las serpientes… Yo, no veía ninguna. Pensaba en cómo salir de ésta. La solución más fácil era volver a la ciudad en el primer bus, pero al campamento sólo llegaban buses cada 3 días, y nosotros habíamos llegado el día anterior, por lo que teníamos que pensar algo para los 2 días siguientes.
El famoso puentecito...
Al llegar a la habitación, se nos ocurrió una solución provisional. Rina, que también usaba gafas, tenía un pack de 3 días de lentillas (pero las de 1 día, con las que no necesitas líquido). Por lo que ella usaría las lentillas, y yo usaría sus gafas. No nos entendimos del todo para saber que graduación tenía, pero en cualquier caso, sería mejor que nada. No sé si sería el destino o casualidades de la vida, pero fue probarme sus gafas y veía mejor que con las mías!! Problema solucionado. Por primera vez, la suerte me favorecía.

 Anzoni

1 comentario:

Belén dijo...

Cómo te entiendo... xD

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