Bienvenido/a al blog. Esta página expresa mi manera de ver la vida, y en particular como afrontarla y vivirla para sacar el máximo provecho de ella. Seguramente alguna vez en tu vida te habrás dicho… me encantaría bucear en la Gran Barrera de Coral en Australia, ir de safari en África, visitar la Antártida, ir al carnaval de Brasil o relajarme en una playa desierta en las Islas Seychelles. Estos son sólo un ejemplo de los sueños que cada uno puede tener en la cabeza, y no todos tienen que estar relacionados con viajar. Lo mismo tu sueño siempre fue hablar varios idiomas, aprender a tocar la guitarra o finalizar un ironman. Estos sueños varían mucho de una persona a otra. Pero todos tienen un denominador común: Son sueños que pueden hacerse realidad. La única limitación o impedimento para conseguirlos es nuestra habilidad para decir NO. Por lo que te aconsejo que abras la mente y que veas la vida con perspectiva. Pregúntate que hiciste en el último año que recordaras dentro de 30. Si te cuesta contestar a esta pregunta, te aconsejo el siguiente ejercicio. Escribe una lista con tus sueños, con cosas que quieres hacer en tu vida. De todo tipo, proyectos a corto y largo plazo. Luego, piensa como los vas a hacer realidad. Te darás cuenta de que la vida no es tan larga, y de que no tienes tanto tiempo como creías. Algunos proyectos llevarán consigo meses o incluso años de planificación y esfuerzo, pero no dejes que eso te prive de vivir lo que siempre quisiste. No hay tiempo que perder, despiértate de esos sueños y haz que se conviertan en realidad.

16 de agosto de 2010

Experiencias de viaje: El Ghan (Australia)

En un intento por revivir las mejores experiencias y aventuras que he tenido con la mochila a la espalda, intentaré escribir sobre alguna de ellas. No se trata de volver al pasado, sino de recordar las mejores experiencias que me marcaron de alguna u otra manera. Espero que os gusten!
Esta aventura nos remonta a la Australia profunda, concretamente al Territorio del Norte o “Northern Territory”, el menos poblado del país y el que contiene mayor número de especies… digamos que interesantes, como cocodrilos, reptiles, arácnidos, y demás amigos. El plan es el siguiente: Volar a la ciudad de Alice Springs, pasar unos 4-5 días recorriendo el “desierto rojo”, para después subirme al Ghan (tren que cruza Australia de costa a costa) que me llevará Darwin, donde estaré los últimos 4-5 días de mi viaje visitando los parques nacionales de la región.


Nada más bajarme del avión, la primera fue mítica. Los cabrones de Quantas me pierden la maleta. Situación: en medio del desierto, sin nada, y donde sólo venden  ropa rollo “Cowboy”. No veas las pintas que llevaba… me faltaba el gorro y el caballo. Que hijos de puta… Eso sí, muy útil el kit que me dieron de emergencia hasta que me llegara la maleta: un pijama, desodorante, y un peine (!). Tremendo…
La primera parte del viaje la pasé recorriendo las maravillas del “outback”. Kings Canyon, Uluru, Olgas… son sitios que recomiendo para visitar. Posiblemente, de lo que más me ha gustado de Australia hasta la fecha, sobre todo el contacto con la cultura aborígena… apasionante.  Ya de vuelta en Alice Springs, me preparaba mentalmente para el viaje más largo que iba a realizar en tren hasta la fecha (24horas) y que a la postre, iba a resultar ser la mejor experiencia del viaje. 
Uluru!


El Ghan, es un tren legendario que cruza Australia desde Adelaida a Darwin en algo menos de 3 días. En esta ocasión yo sólo recorreré la segunda mitad, de Alice Springs a Darwin. Antes de subir, ya en la estación, conocí a una chica alemana y a un suizo. Se iba uniendo gente. Evidentemente todos los que habíamos comprado el billete más barato íbamos en el mismo vagón. Se hizo un buen grupito y una vez sentados en los asientos, prácticamente nos conocíamos ya todos. A mi lado iba Megane, una chica de Suiza, de 19 años,  que estaba viajando 1 año por Australia con otras dos amigas, también suizas. Desde el primer momento hubo conexión. Normalmente, cuando empiezas a hablar con una persona del sexo opuesto puedes intuir más o menos las intenciones o deseos de la otra persona. Las chicas en esto son infinitamente mejores que nosotros, las cuales parecen verlo muy claro. Nosotros en cambio, no damos una. En este caso, hasta un servidor lo veía claro.
El Ghan


La conversación avanzaba hasta el punto de que se convirtió en un diálogo de dos. Sus dos amigas iban a lo suyo y el resto del grupo también. La conversación me atrapó desde el principio. No me esperaba esto de una chica de 19 años que ni siquiera había empezado la universidad… No vacilaba en tocar temas más profundos o más superficiales. Hablábamos de prácticamente todo: de la vida, de religión, de viajes, de música, de los sueños que queríamos cumplir,… El tiempo fue pasando hasta que empezó a hacerse de noche. La gente empezó a dormirse hasta el punto en el que Megane y yo éramos los únicos que estábamos despiertos aún. En estos casos, se sabe que lo uno lleva a lo otro, y que las risas de convierten en besos y los besos luego llegan más allá. ¿Pero por qué tenemos la idea de que lo máximo que puede haber entre dos personas es sexo? No estoy ni a favor ni en contra de ello, ni siquiera hablando de lo que hicimos o pudiéramos haber hecho. Simplemente, de cómo un instinto “primario” como el sexo, que básicamente es una necesidad humana como el comer o dormir, normalmente lo situamos en el primer escalafón. El sexo en general, es algo relativamente fácil de encontrar. Te arreglas, sales de fiesta con tus amigos, si eres muy tímido te tomas un par de cubatas… y si hoy no tienes suerte, pues mañana lo conseguirás. En cambio, encontrar a alguien con quien conectas, con la que puedes intercambias experiencias, de la que aprendes, te enriqueces, a la que admiras… eso lo consideramos de menor importancia. Como que va después. Es más, la infidelidad la medimos en función de si ha habido sexo o no. Sin importarnos lo más mínimo si esa conexión con nuestra pareja sigue existiendo o no.
Sólo he tenido 2 novias, relaciones serias, en mi vida, llegando incluso a vivir con una de ellas. De ninguna he llegado a estar enamorado, lo que no quiere decir que no haya disfrutado y aprendido muchísimo con ellas. En ninguno de los casos, me arrepiento de haberlo hecho. Es más, me siento feliz y orgulloso de haber compartido ese tiempo de mi vida. Es mucho lo aprendido y vivido, que sólo tengo palabras de agradecimiento a ambas. Pero también sé, que no volvería atrás. ¿Acaso hemos sido educados en una sociedad donde sólo existe un modelo de felicidad que tiene que valer para todos? Personalmente, respeto a todas las parejas que piensan que la felicidad es estar con una persona toda la vida. Es más, si ese sentimiento es verdadero, diría que siento una envidia sana por ellos. Pero siempre me queda la duda si es de verdad lo que sienten, o lo que la sociedad les ha enseñado a sentir o pensar. Con el tiempo, empiezo a escucharme a mí, que es lo que siento, que es lo que quiero hacer… en lugar de que es lo que debería hacer o debería sentir, o que es lo que la gente va a pensar..
En este viaje, Megane me hizo asomarme a una ventana por la que nunca había mirado, y tuve la oportunidad de aprender a ver una misma realidad desde el otro punto de vista. Eso para mí, lo considero muy por encima de lo que pudiéramos hacer por la noche en el tren, ya que es mucho más difícil de encontrar y, sin lugar a dudar, infinitamente más enriquecedor. Y no fue amor, atracción o como quieran llamarlo. Mi encuentro con Megane fue enriquecedor y lo guardaré siempre en mi memoria por todo lo que me aportó.
Con Megane!


De hecho, sólo ha habido una chica, y no fue Megane, con la que he sentido esa conexión especial que no he tenido con nadie más en mi vida. No sé si porque fue demasiado corto, porque es aún reciente o porque es prácticamente imposible de que funcione, que hace que la situación sea más atractiva para mí. Pero viviendo en la otra punta del planeta hace que la situación sea muy complicada. Lo mismo, si algún día se hace realidad, cambio de opinión.
Anzoni.

5 comentarios:

Isabel rossignoli dijo...

(teclado ingl'es siento los problemas con las tildes...)
As'i me gusta Calamaiden!! empezando por lo importante, aventur'andose a lo personal, cabilando y haci'endonos pensar. Y qu'e diferente ve'iamos nuestra pequen~a spanish culture cuando la observamos desde una mente abierta, desde la perspectiva que da la distancia, y el enriquecimiento que dan los compan~eros de viaje...

Rubén Fernández dijo...

Estoy descubriendo la nenaza que llevas en ti. xD Yo sé algo del último párrafo que los demás no saben...

Antonio dijo...

No tienes ni idea, Ruben, mas que nada, porque no la conoces... Ah! Y se por donde vas, q te conozco!

Rubén Fernández dijo...

No pruebes a despistarme, que no puedes!! A ver si me mandas una postal de Cali, señor Cala.

Rafa Gil dijo...

Bien, Cala, bien...

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